En mí ha morado todo
porque soy un hombre.
Nada es ajeno a mi espíritu.
Soy un hombre con toda la grandeza
y la miseria que esto encierra.
En mí han crecido las orquídeas
y muerto las golondrinas.
Sobre mí cruzan como tempestades las emociones.
Soy un hombre y he de morir:
no hay una verdad superior a esta.
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